La tensión dramática se desvanece debido al uso de clichés típicos en las películas dirigidas a jóvenes adultos, que recurren a la tragedia como recurso para generar una carga emocional.
Arranca en la arriesgada diversión de vivir en los retos digitales, pero luego se pierde en sus provocaciones al sermonearnos con reflexiones metafóricas sobre las redes sociales y las ETS. Resulta bastante decepcionante.
El relato de Richard Linklater sobre el paso hacia la mayoría de edad es la mejor película del año, un punto de inflexión de cuatro estrellas que se ha ganado un sitio en la cápsula del tiempo cultural.
Una idea, mezclada con chistes malos y estirada hasta más allá de la coherencia. 'Vampire Academy' no necesita una crítica. Necesita una estaca en el corazón.
Coppola logra que nos sintamos atraídos por la historia, retratando con habilidad el fervor y la inestabilidad del primer amor, lo que demuestra su talento innato como directora.
'Perks' merece reconocimiento por trascender la habitual comedia sobre la adolescencia. Logan Lerman brilla en su papel de Charlie y Emma Watson interpreta a una chica ideal, pero es Ezra Miller quien deslumbra en cada escena.
Es más que una simple película del año: 'The Social Network' también logra captar la esencia de la década. Es una versión moderna de 'Rashomon' que te mantendrá en la butaca, completamente absorbido por su narrativa.
Johnson no recuerda, ni mucho menos físicamente a Lennon pero consigue captar su chispa traviesa teñida de dolor. 'Nowhere Boy' es lo bastante inteligente para no ser evidente.
Es difícil contar una historia iniciática sin caer en tópicos o cursilería. Youth in Revolt, con Michael Cera en su mejor interpretación hasta la fecha, logra ser un pequeño milagro.
Lo más sorprendente es que esta película ha sido dirigida por Peter Chelsom. Su trabajo en 1995, 'Funny Bones', es una obra verdaderamente innovadora en el ámbito de la comedia negra. Sin embargo, no logré encontrar ningún indicio del estilo de Chelsom en 'Hannah Montana'.
Caliente, caliente! Es el ingenio en el guión de Diablo Cody (Juno) lo que te atrapa. Fox muestra una faceta cómica que 'Transformers' nunca exploró. Cody entiende el horror de ser adolescente.