La tensión dramática se desvanece debido al uso de clichés típicos en las películas dirigidas a jóvenes adultos, que recurren a la tragedia como recurso para generar una carga emocional.
Arranca en la arriesgada diversión de vivir en los retos digitales, pero luego se pierde en sus provocaciones al sermonearnos con reflexiones metafóricas sobre las redes sociales y las ETS. Resulta bastante decepcionante.
El relato de Richard Linklater sobre el paso hacia la mayoría de edad es la mejor película del año, un punto de inflexión de cuatro estrellas que se ha ganado un sitio en la cápsula del tiempo cultural.
Una idea, mezclada con chistes malos y estirada hasta más allá de la coherencia. 'Vampire Academy' no necesita una crítica. Necesita una estaca en el corazón.
Coppola logra que nos sintamos atraídos por la historia, retratando con habilidad el fervor y la inestabilidad del primer amor, lo que demuestra su talento innato como directora.
'Perks' merece reconocimiento por trascender la habitual comedia sobre la adolescencia. Logan Lerman brilla en su papel de Charlie y Emma Watson interpreta a una chica ideal, pero es Ezra Miller quien deslumbra en cada escena.