Posiblemente la mejor de las 17 películas de Alan Parker, es un intenso y apasionado thriller que combina el melodrama con un realismo semi-documentalista con un efecto realmente poderoso.
Richard Dormer es inmensamente simpático como Hooley, y Karl Johnson aporta una adusta convicción a su padre, un anciano comunista desilusionado que encuentra la victoria espiritual en la derrota electoral.
Una película superficial y tan bidimensional como su protagonista, aunque no obstante Christian Bale da la vida a un Bateman de forma convincentemente estadounidense, cómica y ligeramente perturbadora.
Una película amateur que trata sobre una historia ficticia creada por dos amateurs británicos. Carece de ingenio y resulta poco convincente y poco interesante.
La película presenta buenas escenas de acción y plantea un interesante debate sobre la desigualdad en la distribución de medicamentos. Sin embargo, rápidamente se desliza hacia un drama inverosímil y excesivamente sentimental.
La cinta de Wallace no pretende ser una crítica a toro pasado. Se trata simplemente de soldados que cumplen su deber. Las batallas están plasmadas de manera implacable.
Peirce logra captar la esencia de lo vacío y desesperado de la situación, sin subestimar su impacto. La actuación de Hilary Swank es, sin duda, digna de un Oscar.
Ayrton Senna fue uno de los mejores pilotos de su generación. Este documental visceral y estimulante le hace justicia. Su final trágico es profundamente conmovedor.