Aparece Alba Rohrwacher, enorme y la película da un brinco hacia el cielo. Se mezcla con 'Un hombre y una mujer', añadiendo toques acertados y emocionantes, reflejando el estilo del cineasta social que Brizé busca encapsular.
Todo resulta atractivo. Sin embargo, en la práctica, la duración es evidente que es excesiva. Se percibe el entusiasmo por hacer gran cine, pero no logra transmitirse al espectador.
Ly intenta completarla trilogía sobre la transformación de la 'banlieue' parisina en tres décadas. La película es valiosa, cuenta con buenos actores y una dirección adecuada. Además, ofrece una reflexión sobre el conflicto político y la futilidad de la violencia.
La sobriedad de la puesta en escena, un ritmo reflexivo y un delicado manejo del sonido, permiten que esta nueva obra de Machín resplandezca con una poética singular.
En la pantalla, solo brillan algunos destellos del invento. Lo demás se sumerge en un crisol de bucolismo nostálgico y un academicismo anticuado que evoca el pasado más que el presente. Es una obra llena de nostalgia.
Una obra cinematográfica impresionantemente bella, con una fotografía espectacular. Destaca una escena de interacción íntima entre Rogowski y Whishaw que cautiva por su estética y sorprende por su autenticidad.
Para los fervientes admiradores de Garrel y aquellos que aún no lo son. Esther brilla en un filme que resuena con su esencia. Garrel, lamentablemente poco reconocido en estas tierras, se posiciona como uno de los grandes del cine.
Película cinematográficamente valiosa que ofrece más que un simple análisis de una relación tóxica. Además de las impresionantes actuaciones, está magistralmente dirigida.
Exquisita y encantadora, esta película es una hermosa carta de amor al cine y a las etapas de la vida, llena de esperanza y momentos mágicos y sobrenaturales. Léaud brilla con su actuación única e irresistible.
Un film incómodo, pero fascinante, en el que resulta fácil perder pie. La cinefilia celebrará esta propuesta audaz y un tanto alocada, ofreciendo una obra cerrada y pulida.
Las jóvenes realizadoras logran capturar la autenticidad y la emoción de los jóvenes retratados, evocando la esencia de una película de los Dardenne. Es una deconstrucción del cine social que se siente sana, fresca y entrañable.
Apellaniz, quien ha trabajado como proyeccionista y ahora se embarca en la producción, realiza su debut como directora con una obra que ofrece una visión cálida y iluminadora de un tiempo que, para bien o para mal, es irrecuperable.
Una comedia barroca y vibrante, aunque en ocasiones superficial y arriesgada, con un estilo decididamente almodovariano. Se la acepta con una mezcla de resignación y sin posibilidad de escape.
La película presenta algunos gags acertados, pero estos parecen perder fuerza, mientras que la trama avanza de manera monótona, utilizando clichés del género que resultarían más interesantes si se invertieran.
La película, con su jardín evocador al estilo de Finzi Contini, logra captar la atención, pero se siente como una entrega menor de Assayas, notablemente inferior a 'Personal Shopper', su obra más sobresaliente.
Más que enfocarse en identificar al responsable o en la destreza técnica, cautiva la variedad de personajes encantadores y su constante intercambio de diálogos, además de presentar escenas de una belleza innegable.
Las películas de los Lumière continúan brindando una experiencia única y fascinante. Los comentarios de Frémaux ofrecen un enfoque educativo que transforma el asombro en una oportunidad de reflexión sobre la percepción.