Incendiaria es una película que, aunque no es perfecta en su inquietante análisis, destaca por su franqueza: anticipa lo que está por venir y luego lo ejecuta. Su audacia la convierte en una experiencia cinematográfica impactante.
A pesar de la honestidad de esta historia iniciática americana y universal, es difícil huir de la sensación de que reside en algún punto entre una adaptación de Nicholas Sparks y un sketch mediocre del Saturday Night Live.