Primero y ante todo, 'Zero Dark Thirty' es una película excepcional. Es un film periodístico que impacta y provoca, que aclara y da sentido al clamor y la confusión de una década con notable claridad en su narración.
El viejo dinosaurio japonés en una malgastada versión americana de destrucción épica. Es un concepto que carece de una historia magnética, un paquete sin producto.
Menos mal que las canciones son pegadizas y las imágenes son inteligentes y enérgicas, porque la película, como ejercicio de puesta en escena, sigue apestando.
No es una gran película, pero sí es cálida y pulsa las teclas emocionales del espectador con tanta habilidad que parece un masaje. Intuyo que te reirás y llorarás en los momentos apropiados.
Ambas películas, tanto esta como la anterior, sugieren que los estadounidenses pueden aprender de sus aspectos negativos y peculiares. Harold y Kumar se presentan como patriotas que disfrutan de la marihuana en la primera entrega, ofreciendo una visión sobre la tortura que no resulta pesada. Además, Errol Morris merece ser reconocido con la medalla
Tiene algunas escenas que parecen ejercicios de estiramiento de un hogar para el jubilado, tiene partes tontas e incluso el título parece demasiado largo. Pero una vez que arranca, 'Crystal Skull' ofrece un entretenimiento inteligente, sólido y para toda la familia.
Jamie Foxx ganó el Oscar al mejor actor por su sutil interpretación de Ray Charles. Boseman lo supera. Al encarnar a James Brown con toda su temperamental singularidad, merece entrar automáticamente en el Paseo de la Fama del Rock & Roll.