'Trece vidas' puede ser ante todo la historia de un vívido rescate, pero también es un testamento del espíritu guardián que hay en cualquiera de nosotros.
Tan emotivo como histórico. Ese enfoque es necesario porque la situación política es cada vez más alarmante para los sectores marginados de la cultura de donde salió el personaje crudo, brillante y talentoso de este documental.
En lo que a homenajes se refiere, el documental es siempre animado. Nunca profundiza tanto como uno desearía, teniendo en cuenta la colorida y compleja vida que se despliega.
Siempre es un buen momento para disfrutar de un homenaje detallado y rico en clips al legendario cineasta italiano, y ahora tenemos la gratificante evaluación biográfica de Francesco Zippel.
La caótica estructura de la película y su sensibilidad ansiosa hacen que Veil parezca más la estrella de una línea temporal que avanza a toda velocidad que alguien a quien lleguemos a conocer.
Un biopic panfletario que hace lo más fácil -embellecer Italia y los automóviles de época- pero que se estanca en todo lo que tiene que ver con la parte humana.
No debe haber sido fácil de realizar para el director. Incluso en su momento más emocionalmente incómodo o flojo, muestra una sensibilidad en la que Bellocchio es sorprendentemente reacio a ver su propio pasado de color de rosa.
Que aprendas mucho sobre un hombre inusualmente audaz, pero nunca te sientas emocionalmente conectado a él, significa que Ross se ha quedado a medias, elaborando un buen libro de texto más que un retrato emocionante.