Todavía hay al menos una persona en Hollywood que sabe cómo invertir 250 millones de dólares, o tal vez 300, de manera inteligente. 'Avatar' no solo es un entretenimiento espectacular, que lo es, sino que también representa un avance técnico significativo.
A mi entender, las montañas de dulces, helados y tortitas con su marca resultan innecesarias. He visto mucho 3-D últimamente y, en términos de calidad técnica, esta es la mejor.
La película presenta varios problemas: en primer lugar, carece de coherencia, ya que solo logra captar la atención del espectador cuando se recurre a acciones bruscas; además, resulta difícil mantener el interés a lo largo de la trama; por último, los colores apagados contribuyen a que la imagen sea bastante ordinaria.
No es una película para todos. Definitivamente, está dirigida a un público adulto. Sin embargo, resalta a Todd Solondz como un director que merece ser reconocido.
La película depende en gran medida de la solidez de sus actuaciones, especialmente la de Penn. Si no logra convencernos de su poder, la historia no tendrá el impacto deseado. Sin embargo, su interpretación es convincente y efectiva.
La película está tan meticulosamente diseñada en cada aspecto, que la única preocupación radica en observar si los personajes logran eludir los destinos impuestos por la narrativa tradicional.
Se aborda la figura de los vampiros con la misma seriedad que en las versiones de 'Nosferatu' de Murnau y Herzog, lo cual es un enfoque profundo. Los actores jóvenes ofrecen interpretaciones sólidas en papeles desafiantes.
Esta película refleja de manera auténtica la experiencia de la adolescencia, similar a 'Los 400 golpes' de Truffaut. Es genuina porque reconoce la inteligencia de sus personajes.
Una historia de amor postapocalíptica que se desarrolla con un buen ritmo y una dirección sólida. Destaca por su asombroso sentido del humor y la valentía de ser desacomplejadamente romántica y descaradamente optimista.