Los actores disfrutan en su papel y los valores de producción de los números musicales son ingeniosos y vibrantes. Sin embargo, la trama tiende a divagar en las partes donde no hay canciones.
Al final de la película confieso que sí, tiene buenas interpretaciones y la época está bien ambientada, pero el film no me convence transmitiendo las sensaciones y el sabor de sus experiencias.
Una comedia que retrata a personas auténticas con vidas tangibles. Me dio la impresión de que al salir del cine podría encontrarme con esos mismos personajes en la vida real.
Comienza como una gran película, pero termina siendo solo una buena película. Esto se debe al guion de Mitch Glazer, que se apega demasiado a la línea romántica.
Un film doloroso como 'Z' o 'Sin salida', pero con el añadido de un áspero realismo cotidiano. Este thriller se destaca por su intensidad y profundidad, ofreciendo una experiencia única que deja huella.
Una película desconcertante y frustrante, que funciona con gran habilidad para envolver nuestras emociones, y que además hace afirmaciones raciales y morales que son profundamente perturbadoras.
Notorious es una película destacable en múltiples aspectos, pero su mayor acierto radica en el casting de Jamal Woolard, conocido como Gravy, en el papel principal.
Asume una pureza aterradora, renunciando a la búsqueda de razones y manteniéndose indiferente ante los motivos, sin hallar causas o efectos. Son 92 minutos de intensa rabia, interpretados magistralmente por Tom Hardy.
Intenta ser una película más ambiciosa, pero el concepto de los viajes en el tiempo se queda estancado, convirtiéndose en un mero juego de apariciones, desapariciones y arrepentimientos sin sentido.
Gavin O'Connor maneja la acción con aplomo, pero lo más destacable es cómo utiliza la fuerza de sus personajes para transmitir un significado profundo que la mera acción no podría lograr.
Estoy consternado. No tengo prejuicios en contra de la violencia cuando la encuentro en una película bien hecha. Pero el enfoque de esta película es casi brutalmente cínico.
Muestra a un Quentin Tarantino deslumbrante y que domina su técnica de manera espontánea, evocando la imagen de un violinista virtuoso interpretando 'El vuelo del moscardón'.