Gustará a los fans de la ciencia ficción y a los cerebritos, y a aquellos que alguna vez han mirado al cielo y han pensado que ahí arriba suceden muchas cosas.
Es bastante confusa. No hay una línea clara desde el principio hasta el final, carece de un verdadero sentido de peligro y los personajes no logran conectar con el público. Sin duda, es la entrega más débil de la saga 'Star Trek'.
¿Cómo se puede criticar una película como esta? Supongo que hay que mencionar si provoca risas. Personalmente, me reí, pero no lo suficiente como para recomendarla.
Es un desastre total, un viaje incomprensible, desagradable, mal estructurado y sin sentido hacia el reino nebuloso de uno de los guiones más confusos de todos los tiempos.
El nivel de inteligencia del guion es alarmantemente bajo; la historia es tan absurda que generaría risas en cualquier clase de secundaria en el país. A pesar de esto, la película fue financiada. ¿Por qué?
Suponiendo que pocos miembros del público principal de Bob Esponja estén leyendo esto (o sepan leer), todo lo que puedo decirte es que es probable que la película sea más divertida de lo que esperas.
La película presenta numerosos momentos divertidos, con gags independientes y diálogos ingeniosos, así como giros interesantes. Sin embargo, en conjunto, no logra consolidar una narrativa completamente convincente.
La parte central de la película consiste en 40 minutos de efectos especiales excesivos, acompañados de una historia de amor que resulta sorprendentemente trivial. La dirección carece de gracia, visión y originalidad.
La película presenta un humor incisivo, ingeniosas trampas mortales al estilo de Rube Goldberg y diálogos inmaduros pero sinceros sobre el destino. Destaca una escena inicial que asegura que nunca veremos algo similar en un avión.