Es una historia fascinante y poco conocida que podría haber sido una buena película. Sin embargo, los realizadores la han enterrado bajo clichés del campo de batalla.
'Black Hawk Down' fue objeto de críticas por la dificultad en distinguir a sus personajes. En cambio, 'We Were Soldiers' supera ese inconveniente: identifica roles clave, destaca a sus protagonistas y narra sus historias de manera efectiva.
Es remarcable, una historia bélica contada como una partida de ajedrez en la que el perdedor no sólo pierde, sino que es enterrado en una tumba sin nombre.
Una de las mayores virtudes de 'Boys Don't Cry', una de las mejores películas del año, es que no suelta la típica frase: 'soy un hombre atrapado en un cuerpo de mujer'.
La película no eleva el drama, simplemente muestra a personas bienintencionadas esforzándose por colaborar y lograr un objetivo común. Esto es lo que la hace tan impactante.
Me dan ganas de echarle desinfectante a la pantalla. No es simplemente un producto lacrimógeno. Extrae las lágrimas de uno a uno por liposucción, sin anestesia.
Ambiciosa y hermosa, la película comete un error común entre muchas producciones sobre viajeros y exploradores: se enfoca más en las aventuras que en los descubrimientos que hacen.
El hecho de que David Helfgott haya experimentado estos eventos, desde su ascenso hasta su caída y posterior recuperación, aporta un gran significado a la película.