Una película de terror técnicamente competente y con buenas interpretaciones. Una historia absurda, con tantos sustos que amenazan con volverse monótonos.
Desde luego, la película se adhiere a una fórmula establecida. Sin embargo, cuando esta fórmula es efectiva, nos recuerda las razones por las cuales se ha convertido en un recurso recurrente en el cine.
Supera su falta de originalidad haciendo un buen uso de su idea central, que un par de zapatillas pueden convertir a un chaval en una estrella de la NBA
Es una historia reflexiva y conmovedora. No alcanza el nivel de tensión que podría haber tenido, pero prefiero su enfoque emocional a los clichés típicos del género deportivo.
El mayor logro de Scorsese radica en su capacidad para visualizar esta historia, poblándola de personajes grotescos reminiscentes del estilo de Dickens.
Un entretenimiento ambicioso que comienza con fuerza pero que finalmente pierde su esencia. Al finalizar, no queda nada memorable de la experiencia cinematográfica, solo una técnica que se pone al servicio de una fórmula preestablecida.
Bean es una versión malévola de Ace Ventura, presentada en cámara lenta. Aunque cuenta con numerosos momentos divertidos, la película se siente un poco prolongada en su conjunto.