Morris fusiona montajes visuales oníricos con la música de Caleb Sampson, logrando una película que se siente más como un sueño y una profunda reflexión que como un simple reportaje.
El uso del medio es admirable y auténtico. Ver estas películas, como lo he hecho cada siete años, me lleva a reflexionar sobre lo extraordinario que es que los seres humanos son los únicos animales conscientes del paso del tiempo.
La mayoría de las películas son producidas por hombres y retratan a las mujeres como fascinadas por ellos. Sin embargo, esta película destaca por su enfoque más inteligente.
Stephen Fry aporta una profundidad y amabilidad al personaje de Oscar Wilde, retratando a un individuo ingenioso, talentoso e idealista en una sociedad que priorizaba la hipocresía sobre la honestidad.
Para el público de otras partes, los hechos en 'Michael Collins' resultarán menos atractivos que los personajes y los mitos. Con esta premisa, la película de Neil Jordan logra funcionar de manera efectiva.
Una película de gran belleza que hace gala de una inteligencia considerable. Su narrativa y estilo visual se entrelazan de manera excepcional, brindando al espectador una experiencia conmovedora.
Toda la película se centra en la extraordinaria interpretación de Natasha Richardson como Hearst. Nos convence de que ella es Hearst, no insistiendo, sino dándolo por sentado.
Una de las apuestas más arriesgadas que un cineasta ha llevado a cabo desde hace tiempo. Una película vistosa sobre Mozart que se atreve a ser anárquica y traviesa.