Es completa, compacta y definitiva. Todo lo que un crítico puede aportar es su admiración. Es una historia segura y perfecta de tristeza y alegría como nunca he visto antes.
Crea personajes específicos, originales, creíbles y adorables, y los sigue a lo largo de sus días inconsolables, sin perder nunca el sentido del humor.
Bully pone en evidencia a esas películas que pretenden abordar el tema de los asesinatos, pero que en realidad solo buscan entretener. Refleja la tristeza, la fealdad, la confusión, la crueldad y la estupidez de las experiencias auténticas. Es una obra maestra, una escalofriante crítica a una sociedad que no ofrece nada a algunos de sus jóvenes.
Empieza siendo estándar, pero no se queda ahí. El desarrollo es inteligente, los personajes son más complicados de lo que esperaríamos y el final no es predecible.
Es como si Huckleberry Finn volviese a la vida en los años 70, y en lugar de subirse a una balsa por el Mississippi, cogiese un bus con la banda de música.
La película tiene su encanto, a pesar de la gastada y tantas veces reciclada idea del argumento. Me gustó el espíritu del filme, los actores y algunas escenas.
A diferencia de 'Scream 2', que juega con los clichés del género de terror, 'Disturbing Behavior' busca reafirmarlos. Sin embargo, la película carece de sustos efectivos y no logra generar miedo.
La película posee un encanto natural que atrae al espectador. Sin embargo, cuando la trama reemplaza a la presentación visual y al desarrollo de los personajes, la narrativa pierde su impacto y profundidad.
La mejor toma de la película es la primera. No es una buena señal. La imagen anticipa un terror auténtico, un horror palpable y una atmósfera opresiva, pero nada de eso sucede.
Si hay algo más tedioso que una parábola cargada de moral, es la moral sin la correspondiente historia. DiCaprio se esfuerza por dar vida a su personaje, pero no logra salvar el conjunto.