Posee un humor afilado y algunos diálogos masculinos que son entretenidos. Sin embargo, carece de elementos aterradores y la historia se convierte en una sucesión de escenas gore.
La historia de víctimas de violencia que se convierten en vengadores es repetida en el cine, pero Jodie Foster presenta una obra que realmente explora este tema de manera profunda y provocadora.
Breillat presenta una obra de época con elegancia, incorporando todos los elementos que anticipamos. Sin embargo, sorprende con una interpretación intensa de Argento.
La película destaca por su trama ingeniosa, sus personajes diversos y una dirección que mantiene la tensión en todo momento, además de contar con la sobresaliente actuación de Cate Blanchett.
Las películas de fantasmas como esta, que utilizan la creatividad y la artesanía, resultan ser mucho más divertidas que aquellas que simplemente buscan asustarte con sustos repentinos.
Con una mayoría de actores no reconocidos y una cinematografía en blanco y negro, esta película evoca el estilo de las comedias británicas de los años 50, asumiendo que la audiencia se involucra activamente en la historia.
Su ritmo es ágil, conoce bien el tema que trata y es fascinante en su retrato de la política y la estructura de un grupo terrorista. Se aproxima de manera impactante a la realidad.
Es sorprendente cómo puede ser tan buena y tan mala al mismo tiempo. Aunque el guion es confuso, su creatividad visual la convierte en una de esas inusuales películas menospreciadas que despiertan el interés por ser vistas.
Loach no se deja llevar por la ilusión de soluciones simples. Aunque esta película quizás no genere un cambio significativo, y es poco probable que te motive a verla, la realidad es que al regresar mañana a tu lugar de trabajo, alguien habrá vaciado tu papelera.
Esta película retrata una América muy distinta a la que aprendí en clases cívicas o a la que me refiero al prometer lealtad a la bandera. Estoy consciente de que recibiré críticas por ser parcial, pero me pregunto, ¿cuál es la otra cara? Vean esta película y después me cuentan.
El modo de disfrutar esta película es poner la lógica en pausa, junto con cualquier sensibilidad que pudiera ser vulnerable, y sumergirse en ella como si fuera un video juego.