No hay un solo plano desperdiciado en la película de Wilder. La narrativa avanza sin perder tiempo en exposiciones innecesarias, lo que permite que conserve toda su fuerza a lo largo del filme.
Una narrativa intrincada, construida de manera sólida y presentada con claridad. El guion fluye con naturalidad y los diálogos son vibrantes, evitando la comparación con el estilo de Quentin Tarantino.
Atractiva, fluida y convincente. Polanski, a sus 76 años, evoca a los directores del pasado que se diferenciaron por su destreza artesanal en lugar de recurrir a trucos.
La adaptación de 1954 presentaba una narración de ciencia-ficción superficial y con un enfoque moralista. En contraste, esta versión explora de manera más intensa y profunda los elementos oscuros de la novela.
Es un argumento de James Bond situado en la actualidad. Presenta elementos creíbles que, aunque rozan lo inverosímil, logran captar tu atención y mantener el interés.
Un thriller que carece de profundidad y originalidad. Su narrativa es lineal y deja mucho que desear, haciendo que se sienta vacío y sin ideas innovadoras.