Este filme marcó el inicio de la era moderna en efectos especiales, ciencia ficción y catástrofes masivas, estableciendo un nuevo estándar en la industria.
No es la película más entretenida para escuchar y muchos espectadores no la entenderán, pero esta obra de 1982 es sin duda alguna la mejor ficción que existe dedicada al rock.
No es una película destinada a los más pequeños, ni tampoco una obra de explotación. Se trata de un inquietante y sofisticado intento de reunir las pesadillas que se esconden tras la historia de 'Caperucita Roja'.
La premisa resulta divertida y tiene potencial, pero el enfoque del director sueco Lars en un romance cálido no logra aprovechar la peculiaridad de la narrativa.
Parece un poco demasiado 'escrita', demasiado conforme con los rituales de los guiones de Hollywood. Pero hay tanto material interesante, que se lo podemos perdonar.