La historia es bastante sólida para un procedimental, pero lo que realmente eleva la película son sus personajes bien desarrollados, lo que le da mayor profundidad a la narrativa.
Ullman transforma "Ansikte mot ansikte" en un filme esencial para los amantes del cine, ofreciendo una exploración psicológica que no se había visto en el cine desde su obra "Persona".
Un proyecto como este se fundamenta en la conexión entre sus intérpretes. Kim Basinger y Mickey Rooney logran crear una tensión erótica que resulta creíble, compleja y sensual.
Dante's Peak, la película de volcanes que se estrenó hace dos meses, ofrece efectos especiales superiores y una narrativa más cautivadora, además de contar con una montaña verdadera. Por otro lado, 'Volcano' resulta ser bastante predecible.
Empieza con una premisa muy simple y crea una situación tan genuinamente interesante que no sólo estamos entretenidos, sino que nos arrastra dentro de su argumento
Alterna escenas dramáticas y observadoras con montajes al estilo MTV y metrajes deportivos confusos. Es sorprendente que la trama logre mantenerse a flote, pero lo consigue.
Una película valiente por la forma en que muestra a dos personas a las que cualquier relación les resulta casi imposible y, sin embargo, encuentran la manera de que la suya funcione.
La perspectiva de un director sobre un actor es singular, ya que contrasta con la mayoría de los documentales del espectáculo que se centran en un intercambio superficial de elogios.
La película era efectiva hasta el desenlace, que decepciona. El final parece ofrecer una solución definitiva, pero en realidad solo presenta un alivio temporal.
Un trabajo atrozmente incompetente dentro del género de 'Basic Instinct', repleto de diálogos que sólo un guionista podría disfrutar, y con una trama que mezcla la intriga con la confusión.