Un proyecto como este se fundamenta en la conexión entre sus intérpretes. Kim Basinger y Mickey Rooney logran crear una tensión erótica que resulta creíble, compleja y sensual.
Abbas Kiarostami nos lleva a un juego cautivador, demostrando su destreza al crear espacios que trascienden lo visible. Su enfoque único y reflexivo logra enganchar nuestra atención y nos invita a explorar más allá de lo que se muestra.
Se permite ser contradictoria en varios aspectos. Es conmovedora, aunque puede resultar ofensiva; presenta análisis, pero también sucumbe a la inconsistencia de sus personajes; aborda el dolor, mientras provoca risas.
Tykwer incorpora diversos elementos de género sin caer en las convenciones simplistas. Aunque puede que no sea una obra perfecta, su riqueza y profundidad hacen que valga absolutamente la pena.
Tiene todos los elementos característicos de las películas de Huston: paisajes impresionantes, una historia de amor romántico y una maravillosa fotografía de caballos, junto a diálogos sobrios y poéticos, pero a pesar de esto, no logra conectar por completo.
Un film excesivamente serio que aborda la historia de una mujer reacia al lesbianismo. Conn, responsable del guion y la dirección, aún no logra infundir espontaneidad y naturalidad en su trabajo.
No es una película triste, ya que Leigh, conocido por reirse de sus personajes en su trabajo anterior, esta vez muestra un profundo cariño y protección hacia ellos.
Un recargado ejemplo de exceso melodramático. Tiene argumento suficiente para tres películas, aunque no lo suficiente para que tenga sentido esta. A cierto nivel es posible apreciar el trabajo puesto en ella.