El cineasta sostiene que el cine es una manifestación de ilusión y magia. Cuando los contrastes se combinan, 'Neruda' brilla. Sin embargo, no siempre logra alcanzarlo.
Los últimos 40 minutos se centran en una tortura meticulosa llena de vejaciones, cuyo mayor impacto se encuentra en la observación de la descomposición del núcleo de identidad de una persona.
Adjudicarle a '¡Salve, César!' ser un mero ejercicio de nostalgia es un atajo y un reflejo de pereza en el análisis. La ligereza ubicua en su tono general no prescinde de una concisa lectura sobre los fines del cine que está siempre presente.
Es excesivo para la actualidad. Los excesos de Tarantino son casi inasimilables. Sin embargo, ¿quién puede retratar una ciudad como él, capturar una época, filmar una cabalgata, una escena del oeste o un paseo en automóvil?
No parece que un retrato como este inste a la indignación de la ciudadanía, pero no deja de ser sorprendente que cada tanto se estrene un filme en el que se explicite la obscenidad del poder. Algún día, acaso, servirá para decir basta.
La maestría de Bellocchio es total; solo él puede culminar una película con el empleo de pobres materiales televisivos de la RAI transformándolos en una secuencia operística.
Ambiciosa película que genera incomodidad de forma intencionada. La obra de Filloy se presenta como un reflejo provocador, invitando al espectador a reflexionar sobre temas profundos a través de sus imágenes y narrativas.
'El apego' ofrece una amplia variedad de placeres visuales. Además, es una película destacada por el talento de sus grandes actrices y actores. Diment les proporciona el espacio necesario, permitiéndoles liberarse del naturalismo mientras los resguarda mediante una cuidadosa puesta en escena.
Cuando pensábamos que las historias sobre la difícil realidad de la última dictadura militar ya no ofrecían más al cine, Testa y Márquez, con escasos recursos, demuestran lo contrario. El conflicto de un hombre confrontando su propia conciencia es relevante en cualquier época y lugar.
El método dramático elegido provoca el distanciamiento necesario para captar el delirio experimentado por el joven y su familia. La irrealidad de la puesta en escena intensifica la realidad irreal de lo vivido.
El amor entre Elio y Oliver trasciende las categorías del deseo convencionales. La intimidad se aleja de la noción de género y la grandeza de la película radica en su capacidad para evidenciar esta realidad.
La comedia 'Las ineses' podría haber sido una interesante ficción de televisión. A pesar de sus queribles personajes, la historia no alcanza a para llenar la pantalla grande.
El problema del filme de Hidalgo radica en la confusa combinación de estilos. Prioriza los recursos del género de terror, pero en ciertos momentos se inclina hacia elementos infantiles y también incluye sorpresivos rasgos propios de un melodrama televisivo.
Se imponen las interpretaciones, algún que otro plano secuencia para filmar los interiores, la atinada selección de temas musicales de la época y casi todas las escenas de patinaje. El escollo mayor del filme reside en conformarse con el lugar común del esbozo sociológico.
Cappato depura el concepto de adaptación con maestría. Esto le permite filmar un sueño, como el que se presenta en esta hermosa película, una escena breve y prodigiosa que contrarresta el desprecio constante que enfrentamos en nuestra vida cotidiana.
Más que una película, es una imitación de las producciones de Pixar, poblada por personajes que evocan a otros ya conocidos, pero carece del toque de singularidad y creatividad que brillaba en las obras anteriores.