Segura exprime la fórmula hasta límites insospechados Con cada nueva entrega aumentan los personajes, y mengua el argumento. Aquí es ya apenas un hilito para justificar un product placement cargante
La película más lograda de Santiago Segura en mucho tiempo. Hasta ahora, pocas producciones han sabido retratar con tanta destreza esa España aspiracional, la España de la complicada clase media.
No es una mala película en absoluto. Cuenta con momentos brillantes, pero resulta ser bastante convencional, lo cual es quizás lo peor que se puede decir de una producción de Pixar. Es una partida de rol tan impecable como desapasionada.
Bay se ha dado cuenta de que su franquicia puede soportar cualquier cosa. Hasta ahora. La entrega más infantil se asemeja al Sr. Patata del cine contemporáneo. Es un juguete roto, sacrificado por Michael Bay.
El problema radica en estar constantemente un paso detrás de Pixar. Si se hubiera estrenado seis años antes, habría sido considerada una obra maestra; sin embargo, la carga del pasado le resta impacto, dejándola como solo una muy buena película.
Reivindica los cánones: no es que se olvide el entretenimiento, con escenas realmente logradas y personajes simpaticotes, pero el chiste no eclipsa el mensaje ecologista.
Tiene dos problemas. El exceso de elementos melodramáticos unido a la falta de escenas de acción. Y lo más importante: se limita a sustituir a los Leónidas de turno por féminas hípermasculinizadas.
Es imposible no emocionarse o concienciarse tras su proyección. Y como de conjugar esos verbos, precisamente, es de lo que va el neorrealismo, no podemos más que alabar el resultado final.
Su originalidad se centra en su atractiva premisa, sin embargo, la película se ve afectada por los graves fallos de guión y la falta de habilidad del director para sostener la metáfora en la que se basa.
Los nuevos tipos de relaciones son, sin duda, el aspecto más interesante de esta comedia de enredos necro-romántica. Sin embargo, el vodevil padece de una concepción teatral que afecta las interpretaciones.
Entra por derecho propio en el top ten de películas fallidas. Salta de género sin ton ni son, dejando al espectador en la incertidumbre de si el esperpento es buscado o accidental.
La película aborda de manera loable el tema del duelo tras un suicidio, pero pronto el espectador se ve atrapado en un ambiente burgués catalán que puede distraer de la trama principal. Uno de los aspectos más destacados es la actuación divertida de Adrián Lastra.
Toma como referencia la comedia 'La boda de mi mejor amiga' para ofrecer una perspectiva multifacética de la sociedad india. La película combina comedia y drama, pero ambas dimensiones están subordinadas a la tesis central, en lugar de centrarse en el mero entretenimiento.
La química entre Cox y Dano sostiene la película y corrige las deficiencias del guion de Kári. La narrativa es emocionante y logra capturar la atención del espectador en todo momento.
Argumento prácticamente calcado de E.T. y una evidentísima deuda con las producciones de Amblin. Pero las mezcla con una ingenuidad tal que (...) ver a una oveja en el espacio (...) bien vale una entrada.