A George Méliès le hubiera encantado 'Kubo and the Two Strings'. No es una película sin fallos, pero hay una magia auténtica en ella que es más relevante, y no menos extraordinaria, que la perfección.
Aunque la caída inexplicable de las colonias de abejas es un problema global, los momentos más sorprendentes en el documental de Markus Imhoof tienen lugar en un nivel microscópico.
En vez de filmar una película que algunos espectadores podrían haber adorado, Abrams ha tratado de hacer una que nadie odiase, y como resultado, es bastante insustancial.
Capta la alegría juvenil de la entrada de las hermanas en un mundo en el que, antes de su llegada, a las mujeres se les había permitido tradicionalmente esconder armas, pero no dispararlas.