La epopeya expansiva e íntima de Marco Tullio Giordana registra todo el peso de la experiencia humana. Giordana ha creado una película cordial y completa.
Como logro técnico, presenta a un Zhang en lo más alto de sus capacidades, expandiéndose sin esfuerza en una realización compleja sin perder su control.
Ofrece un material muy intenso, aunque por desgracia lo sigue haciendo en un contexto incansablemente lúgubre, triste y efectista que perdió toda su originalidad hace dos películas.
La buena noticia para los que quieran ir al cine a verla es que sí hay una manera de disfrutarla: coge el bisturí de debajo de tu silla, ábrete un hueco en la frente y remueve tu lóbulo frontal.
Inquietante y profundamente enigmática, 'Cure' se adentra aún más en la abstracción a medida que avanza, creando un hechizo hipnótico que invita a numerosas interpretaciones, al igual que una mancha de tinta de Rorschach.
Parece mucho más moderna que 'Psycho' y las actuaciones tienen una espontaneidad que todavía no había llegado en 1960. Aun así, la película es algo retrógrada.
Tiene una profundidad de sentimientos sorprendente. Como los clásicos de ciencia ficción, 'Solaris' seduce con sus grandes ideas, pero no separa cuerpo y mente.
La más larga y tediosa de todas, 'At World's End' se arrastra con toneladas de exposición que no sólo no clarifican la historia, sino que dejan de lado las insensateces que hicieron que la primera fuera entretenida.
Con el símbolo del dólar en sus ojos y nada en su corazón, 'Shark Tale' calcula cada momento para agradar lo máximo posible, pero su impacto es muy impersonal.
Intenta funcionar tanto como arte como entretenimiento, preferiblemente al mismo tiempo, lo que la hace o una comedia musical excepcionalmente oscura o una declaración de suicidio inusualmente alegre.
The 33' intenta ser una visión completa de los esfuerzos sobre la tierra y debajo de ella, pero termina pareciéndose más a una exagerada película de desastres de Irwin Allen que a un sobrio docudrama.