Es el tipo de película que te seduce por sus elementos manipuladores y disfrutas al ser atraído por sus artilugios desvergonzados. Lo que importa es que la trama tiene sentido internamente.
El impacto de estas historias se encuentra en cómo el humor, la textura y la actuación crean situaciones en una parábola visualmente intensa que explora la conexión entre la aspiración espiritual, erótica y estética.
La habilidad de Depp para sumergirse completamente en sus papeles sigue siendo impresionante. Sin embargo, surge la pregunta: ¿qué pasa cuando su personaje carece de humor y encanto?
Una obra magistral y cautivadora que explora la paranoia del apocalipsis. Profundiza en temas que trascienden los simples efectos visuales, las conspiraciones y la vigilancia.
Las secuencias de acción son magníficas desde el punto de vista técnico. Sin embargo, a pesar de ciertas características positivas, los personajes carecen de profundidad y realismo.
Los mejores elementos de esta película, que no añade nada nuevo al subgénero, son su fotografía atmosférica manchada de carmín y la caracterización del Sr. Ferdinando como un arrogante ladrón de doble cara.
Una vez que la película comienza, la intensidad y los efectos visuales dominan. Las secuencias de acción, sobre todo las persecuciones en moto por los pasillos de mármol gubernamentales, son impactantes y emocionantes.
Pintoresca pero superficial. La estructura resulta tan impredecible que, en lugar de enriquecer el diálogo, logra que las voces se cancelen mutuamente.
Quizás esta sea la primera producción de Hollywood, tras 'Nashville' de Robert Altman, que introduce nuevos y dinámicos ritmos en el formato épico del cine, acompañado de una paleta visual vibrante y aguda.