'The Infiltrator' es una buena historia que, cuando recupera el aliento, permite al Sr. Cranston transmitir la misma ambivalencia y astucia que aportó a 'Breaking Bad' y 'All the Way'.
De una manera bienintencionada, 'Selena' es agradable e instructiva a la hora de familiarizar a los espectadores con la música de la frontera entre Texas y México, conocida como tejana.
La falta de una catarsis emocional en la película, dirigida de manera eficiente por Mick Jackson, a partir de un guion escrito por el dramaturgo británico David Hare, deja un frustrante vacío en su parte central.
El film no logra transmitir la experiencia de terror claustrofóbico de un hombre que tituló su libro 'Cartas desde el infierno'. 'The Sea Inside' plantea una paradoja. Aunque su defensa de la eutanasia es clara, presenta a Ramón, un personaje que infunde a quienes le rodean un profundo sentido de las posibilidades de la vida. Bardem crea un persona
En sus escenas finales, la película intenta provocar un nudo en el estómago al estilo de 'Titanic', pero resulta insuficiente y tardío, dando la impresión de estar forzado. A pesar de esto, la química entre Mark Wahlberg y Diane Lane es notable en sus roles de una pareja intensamente enamorada.
Hace un trabajo apreciable al transmitir el pánico y la indefensión de hombres aterrorizados por un sádico en un ambiente degradante, pero no da especialmente miedo.
Una inmersión en el Nueva York real tan intensa e indeleble como no había visto en mucho tiempo. Puede que sea cruda, pero es completa y estimulantemente viva.
Una vez que se convierte en una película de terror, 'The Last Days on Mars' pierde su originalidad y se convierte en la habitual batalla 'nosotros contra ellos', entre los muertos y los no-muertos.