'Civil War' elevó los conflictos de Spider-Man a un nivel grandioso, entretenido y emocionante. Por su parte, 'Homecoming' los convierte en una experiencia más personal.
A veces las actuaciones son increíblemente malas, aunque el guion tampoco exige mucho de los actores. Sin embargo, logra cumplir con lo que se propone.
Conserva los magníficos y detallados efectos visuales y esa hilarante franqueza tonal, pero pierde gran parte del atractivo misterio y la urgencia de las situaciones de vida o muerte.
Su lado moral puede resultar confuso entre tanta acción e incidentes. Eso hace que la historia sea más realista de lo habitual, pero también más caótica y más dada a las distracciones.
Brody parece ser una marioneta de los artificios llamativos de la película, lo que lo convierte en un protagonista poco convincente. A pesar de esto, el misterio se mantiene efectivo e interesante a lo largo de casi toda la trama.
Lo que hace que funcione es la pura complejidad moral de la historia, que desafía a los espectadores a simpatizar con cualquier persona en la pantalla durante más de unos minutos a la vez.
Cada escena es un deslumbrante país de las maravillas. Aunque le falta la intensidad de 'Nightmare Before Christmas', también carece de sus frenéticas subidas y decepcionantes bajadas.