Aunque el progreso de Shaun pueda parecer algo esquemático y exista un curioso desfase en la forma, esto se ve plenamente compensado por el ritmo constante de Meadows y las destacadas actuaciones de su talentoso reparto juvenil.
Las chicas representan los misterios intangibles y las penas de todas las mujeres. Coppola tiene un hábil sentido de la composición y un gran oído para la música.
Para ser una película que define completamente a sus personajes en relación a los demás, se observa una notable falta de química entre los protagonistas.
Un relato bastante duro e interesante de una compañía de soldados galeses que aportan su granito de arena por la Reina y la Patria de otro en una tierra ajena.
Desarrollada con el impresionante telón de fondo de la selva amazónica, la trama tiene un tono emocionante y épico. Pero carece de pasión. Es magnífica pero le cuesta implicar al espectador.
Scott logra el cambio del romance trémulo a la retribución violenta de manera efectiva, sin embargo, su habilidad para manejar escenas sorprendentemente duras se ve afectada por una capa de clichés pop.
Aunque parezca una película sencilla, la verdadera fuerza de 'Kauwboy' se revela cuando ciertos diálogos aportan un profundo sentido retrospectivo a los acontecimientos.
Una película característicamente densa y ambiciosa que es algo seca, conservadora y (comprensiblemente) seria. Aun así, es absorbente y sobria y tiene ideas importantes.
Bille August aprovecha la oportunidad para profundizar en las relaciones y en los matices emocionales que conducen a varios conflictos. Sin embargo, con una duración de tres horas, este drama denso desafía incluso al espectador más paciente.
Aunque no es tan escabrosa, aguda o musicalmente memorable como la original de John Waters, retiene mucho de su sensibilidad 'trash' y su gran corazón.
[De Niro] acierta con la música, los ritmos hablados y las caras. No es un éxito total, pero las actuaciones y el vigor juvenil compensan la torpeza de la estructura.
Cobra vida gracias a las escenas, especialmente el clímax en Grand Central Station. Es algo larga y en definitiva no es más que una obra de exhibición.
Un trepidante 'slasher' que es a la vez un cariñoso homenaje al apogeo sangriento del género en los 80 y una mirada enérgica e inteligente al papel de la mujer y el poder en Hollywood.