Lo que podría haber sido una exposición salvaje y espantosa de experimentos tortuosos y corrupción corporal, es tratada con una sorprendente ligereza e incluso un toque juguetón.
Tras un comienzo potente, la narración se vuelve menos creíble y presenta algunos tropiezos creativos antes de llegar a un tramo final que carece de convicción.
No ofrece nada innovador ni un atisbo de originalidad a la trayectoria habitual de Rocky, lo que obliga al espectador a aceptar las convenciones y los recursos típicos del género.
Stolevski amplía los clichés de zombis y brujería, en general limitados, para relacionarlos con un lugar real con un trasfondo cultural específico. Que la historia se centre en las mujeres fue una decisión arriesgada que triunfó.
Un mejunje que hace un uso altamente calculado de fantasía, destino, tabús, amor juvenil y fanfarria visual para atrapar al público en una red narrativa que es bastante ridícula.
Su elaboración es impresionante pero es poco envolvente. Su esplendor visual y su esencia de franquicia atraerán a las masas, pero dudo que 'Compass' alcance a 'Narnia' y mucho menos a la 'Tierra Media'.
Acción a raudales. Las elaboradas escenas físicas y los numerosos efectos especiales son testimonio de la gran inversión realizada, logrando un espectáculo visual que se traduce en un tipo de acción visceral y muy entretenida.
Una película impactante pero frustrante sobre la raza en una Oakland cambiante. Traiciona a los instintos que son a la vez realistas y fantásticos, profundos y banales.
Un film independiente excepcional. Una de las películas más sorprendentes que se hayan estrenado en Sundance, una evocación poética de una forma de vida en peligro.