Trevor Johnston

Te asombrará por lo que consigue con el ordenador, pero no es capaz de alcanzar las cotas emocionales del clásico de Disney.

El personaje principal resulta ser muy simpático, mientras que su madre, de fuerte carácter, se presenta como una villana impresionante.

Los defectos no impiden que el mundo de Catherine nos atrape. Aunque no es perfecto, resulta ser inesperadamente conmovedora.

Una idea impresionante para una película, es una lástima que no sea totalmente creíble. Aun así, su innegable voluntad de compromiso con un público joven es admirablemente inclusiva.

Es una película entrañable, pero carece del agudo ingenio que caracteriza las obras de Ira Sachs.

No explora más allá de los comunes clichés de una pareja inusual y elige una narrativa repetitiva en lugar de ofrecer una caracterización convincente.

Es una experiencia única en la vida, para bien y para mal.

Una representación defectuosa, pero digna y sincera de un artista al final de sus días.

Un testimonio conmovedor sobre la relación entre un padre opresivo y el carácter creativo. El hombre mayor ha puesto todo su corazón en esto.

La película, que a veces parece un thriller de suspense, llega a un clímax memorable.

Un pasatiempo sólido pero nada especial.

Lester ofrece una visión atractiva de Londres, pero le falta trabajar más para que la película pueda alcanzar su verdadero potencial como franquicia.

No es precisamente arte y ensayo, pero como divertimento subtitulado, estamos hablando de 'première classe'.

Nunca acaba de hacer justicia al terror claustrofóbico de esos eventos traumáticos.

Esta cautivadora película israelí es a la vez una historia fascinante de autodeterminación y un análisis astuto de la situación actual de un territorio dividido.

Los fans deberían disfrutarla; los padres no sufrirán demasiado.

Con unas interpretaciones sentidas, una inquietante iluminación invernal y una sensación de claustrofobia, la película deja huella.

Una historia real fascinante, convincente y, en última instancia, muy conmovedora.

No es sólo la mejor película de Greenaway en años, sino una de sus mejores películas, y punto.

Su magistral elaboración es su punto fuerte. En general, el efecto es impresionante; sin embargo, la película no logra evocar emociones intensas.