Un thriller de venganza de bajo presupuesto, simple y sencillo. No ofrece nada particularmente especial, y eso es precisamente lo que hace que sea tan original.
'Fair Game' aborda uno de los episodios más vergonzosos de la política reciente de Estados Unidos y lo transforma en un melodrama exagerado y condescendiente característico de Hollywood.
En ocasiones, parece estar filtrando la historia de la civilización occidental a través de las figuras de un hombre y un niño tratando de comunicarse. Una película ligera, pero terriblemente conmovedora.
Ella ha filmado el libro según el significado emocional que tiene para ella, y eso es válido. Sin embargo, no ha logrado convertirlo en una película que despierte el interés del público.
No es la respuesta a la crisis existencial de Stallone. Esta película es más bien una crisis existencial en sí misma, y ahí la tenemos, en la gran pantalla.
La película no cumple con los altos estándares de Pixar; la animación se siente descuidada y la trama es confusa. Sin embargo, destaca por su energía y espontaneidad, además de que los gags poseen un aire distintivo que recuerda a 'Seinfeld'.
Un montón de tipos de adultos la despreciarán: profesores de gimnasia, psicólogos escolares, vendedores de coches de segunda mano. Pero los niños la entenderán.
Es su esqueleto noir lo que le da garra a este drama de realismo social, como si Humphrey Bogart se hubiera convertido en una chica de 17 años arrojada en el rincón más miserable de América.