Aunque tropieza en su ritmo y en sus elecciones musicales, las interpretaciones, especialmente la de Zendaya, y la química entre O'Connor y Faist mantienen al público enganchado. Una película imperfecta pero profundamente humana.
Como debut en el cine, Camilleri muestra su habilidad para contar historias. Esta delicada trama sobre un pescador en apuros logra crear una atmósfera de victoria surgida de la tragedia.
Will y esta película carecen de dirección. Intenta abordar el tema de la masculinidad tóxica, pero se muestra más preocupada por seguir los clichés que por profundizar en el verdadero significado de la experiencia del personaje principal.