Visualmente única y llena de incidentes, la película mantiene el interés gracias a sus abundantes atracciones superficiales pero no creará la misma fascinación que la novela.
David Lynch ha creado una atmósfera siniestramente cautivadora. Hopkins brilla en su actuación. Sin embargo, el elemento central de la película es la interpretación magistral de un casi irreconocible John Hurt.
El toque de David Lean eleva cada aspecto de la película, mientras que Peter O’Toole realiza un trabajo impresionante en el complejo papel de Lawrence.