No reinventa la rueda, pero es una explosión de diversión ochentera que explora una parte fascinante y bastante ignorada de la historia criminal británica.
Basado en las propias experiencias de la estrella, este fascinante espectáculo no ha perdido nada de su mordacidad desde sus días en el Fringe de Edimburgo.
Al final, todo parece demasiado perfecto. No es algo malo, pero no te va a sorprender: es una serie bastante sabrosa, pero a diferencia de la cocina de Elizabeth, le falta un poco de cocción.
En 'The Witcher: Blood Origin', parece que los guionistas han incluido numerosas referencias y explicaciones sobre eventos que solo son relevantes para los fans más dedicados de la franquicia.