Lo que la hace tan instructivamente entretenida es el personaje principal, Claus von Bulow, interpretado por Jeremy Irons. Su interpretación es excelente y profundamente impactante.
Está hecha con tanta astucia, que a veces logra despertar el tipo de ira más primitivo. Sin embargo, es una película despreciable, que plantea preguntas complejas para ofrecer respuestas intolerantes, frívolas y simplificadas.
Parece haber sido planificada, escrita, interpretada, rodada y montada por personas que estuvieran constantemente desautorizadas por otras personas. Es totalmente inánime
La historia, así como la dirección que Peter Yates hace de ella, es juvenil sin ser en absoluto atractivamente ingenua, pero las secuencias submarinas son suficientemente agradables.
Loach no es un director de estilo notable, ni siempre renuncia a la obviedad, pero parece tener un notable talento para manejar a los actores y obtener interpretaciones verdaderamente memorables.
Incluso aunque la mayoría de los gags son demasiado tontos o demasiado trillados para ser hilarantes, 'Airplane!' es demasiado afable para resultar irritante.
Un turbulento despliegue de brillantez, energía, baile, confesiones a media voz, bromas internas y, especialmente, ego. Es como si Fosse nos hubiera invitado a asistir a su funeral.