Una sátira política tan impresionante y equilibrada que resulta casi tan excéntrica como su protagonista. Es ingeniosa, más que divertida. Sin caer en el formalismo, logra ser seria y provocativa. Tiene una cualidad que es difícil de encontrar en el cine estadounidense actual. Se siente muy audaz.
Lo que nos mantiene viéndola no es ninguna revelación en particular, sino el intento loco, casi suicida, de los realizadores para convencernos de compartir su fascinación con el protagonista.
La película más ambiciosa y mejor de Scorsese. Aunque 'Raging Bull' solo tiene tres personajes principales, es una obra maestra que explora el paisaje del alma.
Un retrato inmenso, al principio ambivalente pero finalmente adorable, de una de las figuras militares americanas más brillantes y atroces de los últimos 100 años.
Una de esas obras liberales, bienintencionadas y fervientemente incontrovertidas que pretenden abordar problemas contemporáneos encontrando analogías en un lugar seguro de la historia.
Se quiere que compartamos las pasiones, penas y dudas que sufrió el artista, pero dado que siempre parece haber más en la cabeza del director del film que en la cabeza del que interpreta a Andrei, el sistema no funciona conmigo.
Carpenter ha demostrado que puede hacer buenas películas de terror y efectivos thrillers de suspense a la antigua usanza, pero parece que pierde un poco la cabeza cuando combina dos o más géneros, como sucede aquí.
A Stallone le resulta cada vez más difícil crear situaciones de peligro para su personaje, quien se ha convertido en una auténtica mina de oro, sobre todo ahora que ha logrado obtener todo lo que desea.