Gracias a las actuaciones genuinas de Johnson y Chassay, junto con un guion ingenioso y una dirección concisa, esta película se convierte en un verdadero tesoro.
Dirigida por Wilder con una meticulosa atención al detalle y una emocionalidad contenida que contrasta con su oscuro trasfondo y su naturaleza melodramática, la película se ve notablemente enriquecida por las actuaciones.
Las actuaciones han alcanzado un nivel de madurez notable, la música de Nicholas Hoope se presenta de forma más sutil, y Yates logra crear escenas realmente emocionantes.
Es una de las mejores películas sobre desencanto. Al igual que muchas obras de arte pulp y del noir clásico, lo esencial radica en su sutil mensaje subyacente.
Bella es una obra que combina de manera encantadora y sabia lo antiguo y lo contemporáneo, presentada con un enfoque austero tanto en su dirección como en su interpretación y fotografía. Es un juego de ingenio cariñoso y a menudo lleno de humor.
Aristarain enriquece la simplicidad con una atención muy detallada a los personajes, las atmósferas y la estructura, produciendo así una película de una profundidad serena.
Honoré crea juegos cinematográficos profundos a través de los alter egos de sus protagonistas. Presenta un montaje impactante que combina citas espaciales y gestos de homenaje, brindando una experiencia visualmente rica.