Son dos horas y media de paisajes oceánicos y de cabelleras que no cesan de ondular, indicando que la acción sucede bajo el agua. No logra divertir ni impresionar, simplemente resulta aburrida.
Carion ha tomado uno de los momentos más asombrosos y surrealistas de la historia del siglo XX y lo ha convertido en una tarjeta de felicitación moral. Es difícil no encontrarla aburrida.
El enfoque poco convencional sobre Arbus, en teoría, podría haber dado lugar a algo interesante. Sin embargo, el fallo de Shainberg y Wilson radica en que no logran conectar su idea con algo que sea verdaderamente revelador desde el punto de vista artístico, erótico o singular.
Algunas películas evocan la nostalgia de la infancia, mientras que otras te tratan con la simplicidad de un niño. 'Judy Moody and the Not Bummer Summer' logra hacer ambas cosas.
Thurman regresa a llevar gafas en 'Motherhood', y lamento decir que ni ella ni esta comedia logran ser más que un mero alegato en contra de la procreación.
'Guy and Madeline' es el trabajo de un artista, Damien Chazelle, al que realmente te gustaría conocer mejor. Esta película es caprichosa, maravillosa y tiene un toque pintoresco.
Tiene la misma insulsez dramática y falta de personalidad que muchos documentales. Aun así, es un trabajo de investigación periodística y una historia humana de mucho interés.
Impulsada y amplificada, pero sin un rumbo claro. Se convierte, lamentablemente, en una edición monótona y no oficial de la serie de videojuegos 'Grand Theft Auto'. Para el año 2009, la franquicia parece haber agotado sus propuestas.
No suelo predecir los giros argumentales, pero esta película me hizo sentir como Nostradamus. Es una película que no resalta los puntos fuertes de Lopez.
Si bien la película no es brillante, en sus momentos más entretenidos, es una evocación sorprendente e ingeniosa a las antiguas comedias sociales de Hollywood.
La versión de Shyer carece de profundidad y está marcada por una vanidad excesiva. No logra ser divertida, atractiva, emotiva ni erótica; se siente únicamente arrogante.
Es una película que deberías ver a los 11 años. Presenta secuencias impresionantes, aunque hay una sobreabundancia de escenas con Connelly y de criaturas corriendo por los escenarios.