Impulsada y amplificada, pero sin un rumbo claro. Se convierte, lamentablemente, en una edición monótona y no oficial de la serie de videojuegos 'Grand Theft Auto'. Para el año 2009, la franquicia parece haber agotado sus propuestas.
No suelo predecir los giros argumentales, pero esta película me hizo sentir como Nostradamus. Es una película que no resalta los puntos fuertes de Lopez.
Si bien la película no es brillante, en sus momentos más entretenidos, es una evocación sorprendente e ingeniosa a las antiguas comedias sociales de Hollywood.
La versión de Shyer carece de profundidad y está marcada por una vanidad excesiva. No logra ser divertida, atractiva, emotiva ni erótica; se siente únicamente arrogante.
Es una película que deberías ver a los 11 años. Presenta secuencias impresionantes, aunque hay una sobreabundancia de escenas con Connelly y de criaturas corriendo por los escenarios.