La directora francesa manipula las convenciones y utiliza la cámara de manera ingeniosa, logrando crear un ambiente que nos sumerge en la historia de amistad y atracción adolescente sin recurrir a excesos técnicos.
A pesar de estar filmada en inglés, la película transcurre en un contexto de una monotonía abrumadora. 'Youth' se asemeja a 'La gran belleza' tanto en su estructura como en su temática y forma de narrar. No obstante, mientras 'La gran belleza' se sentía como una celebración, 'Youth' se aproxima más a una ceremonia fúnebre.
Con más fallas que aciertos, lo que la película logra sin duda es hacernos reflexionar. Nos obliga a retener en la memoria las impactantes imágenes y a pensar en lo que los seres humanos pueden llegar a ser capaces.
La historia carece de originalidad y el enfoque no presenta novedades. 'Samba' se percibe como una repetición de 'Intocables', aunque esta vez los personajes que enfrentan sus conflictos son diferentes.
El director parece olvidar ciertos lineamientos cinematográficos fundamentales, lo que nos introduce en huecos narrativos. El ritmo decae en más de una ocasión y, aunque seguimos el trayecto, se vuelve monótono.
Se trata más bien de un viaje de recuento, amable y cariñoso, una fábula que intenta ahondar en los vínculos entre el país de origen y el que lo recibe a través de la mirada cándida de los protagonistas: Fatah y su vaca.
Una de las virtudes de la película es su constante trabajo por mantener la objetividad con respecto a los personajes para mostrar sus luces y sus sombras para favorecer una mirada neutra.
Uno de los recursos que debemos observar (y quizá admirar) en este filme es el extraordinario uso de las metáforas que el director hace entre el deporte, sus reglas básicas, y la vida del protagonista.
La cinta se transforma, en ciertos momentos, en un excelente tratado cinematográfico; su detallada exposición la convierte casi en un manual didáctico. Sin embargo, es un filme que destaca por su honradez extrema, carente de falsedad y con un enfoque bastante valiente.
El relato queda violentado por la elipsis, pero Almodóvar trata esta discontinuidad tal tacto que le permite insertar varios, y muy bellos paréntesis onírico-naturalista, (...) Almodóvar remata contrariando expectativas, proponiendo no un cierre, sino una apertura de infinitas posibilidades.
Tomando en cuenta que se trata de un filme en el cual la acción va, o debería ir, más allá de la misma realidad que la permea, el riesgo es mínimo. El director no sale de su zona de confort y esto provoca que la película, si bien entretiene, no conquiste.
Trapero es conocido por la fluidez narrativa que imprime en sus películas, pero 'El Clan' parece representar su máxima expresión. Con una tremenda maestría y un ritmo vertiginoso, logra atraparnos sin que la atención se desvíe en ningún momento.
Una cinta que posee voluntad propia por indagar de una forma distinta en el cine de género, de retorcer en cierto modo sus códigos para construir aquello que nos lleve a obtener, como mínimo, una propuesta distinta en lo que a su fondo se refiere.
El Stone de este filme se queda en relato casi didáctico de una historia que desde hace años ha causado una debacle bruta para el mundo. (...) termina por ser aburrida e innecesaria.
El renacido destaca por su envoltura formal: la dirección, el elenco, el diseño sonoro y, sobre todo, el virtuosismo de El Chivo [Lubezki], que logra crear un ambiente onírico que permea toda la película.
Funciona. La historia, realizada por quien conoce su oficio, con extraordinarias interpretaciones, lo convierten sin duda en un filme que dará de que hablar en la próxima temporada de premiaciones.
Se suele usar el documental para hacer denuncias, pero lo que no se ve tan a menudo es el planteamiento de una solución como semilla de la película misma. (...) La película es poesía.
