El dilema no solo proviene de sus esfuerzos por generar simpatía hacia un personaje tan controvertido, sino también de la cuestión de si es posible presentar a alguien que ha hecho del exceso su razón de ser dentro de las limitaciones de un drama histórico.
Emmerich, aunque entusiasta, no logra presentar los hechos conocidos desde una nueva perspectiva. ¿Esto implica que sea una pérdida de tiempo? No necesariamente, siempre que disfrutes del cine bélico.
Con un estilo extremadamente lujoso y desperdiciando el potencial de su elenco con diálogos triviales, esta es una 'joya de la corona' que resulta muy opaca, a pesar de sus vibrantes colores.
Relato gris y crispado de la vida en tiempos de guerra. Menos mal que Mélanie Thierry se las apaña estupendamente para llenar la pantalla casi por su cuenta.
'Lobos sucios' presenta varios elementos que podrían haber sido más destacados. Sin embargo, estas virtudes se ven opacadas por diálogos excesivamente explicativos, clichés maniqueos y otras debilidades.
La película destaca en la realización y en su capacidad de generar risas. Se disfruta como un caramelo kitsch, ofreciendo una experiencia divertida y entretenida.
Los diálogos explicativos y los momentos culminantes, que siguen un formato predecible, se adentran en la convención. Esto transforma la película en un homenaje a un ícono, en lugar de ofrecer una experiencia auténtica.
Las aventuras de estos hermanos de armas resultan interesantes, aunque no logran cautivar del todo y no alcanzan a colocarse entre las mejores obras de su comandante. La incursión vietnamita de Spike Lee no se destaca como lo mejor de su filmografía.
Los momentos más significativos de esta película son aquellos que conectan la difícil juventud de Garland con sus últimos años de vida. Un filme centrado en la actriz durante su adolescencia habría resultado mucho más cautivador.
Hagiografía. Esta película es solo una de las muchas que intentan retratar una vida, pero acaba siendo una simple representación de un mito. Existen fuentes más complejas, más veraces y sin duda mejores en cuanto a su narrativa.
Pese al empeño de la cinta en mantenernos con los nervios de punta, ofrece una experiencia entretenida. Un thriller que, aunque carece de profundidad, logra elevarse lo suficiente.
Más allá de su uso del melodrama, 'Girl You Know It’s True' brilla en los momentos en que revela las complejidades del negocio musical mediante recursos 'meta'.
El problema más serio es que, al intentar ser una película de superhéroes en su totalidad, falla. Sin embargo, brilla cuando se transforma en una mirada satírica hacia la década de 1980.
Rechaza de lleno el melodrama asociado a las narrativas sobre el síndrome. Un diario de la década de la peste que prescinde de las hagiografías y el falso pudor.
Los dos primeros tercios de la película se sostienen de manera efectiva. Sin embargo, la escasez de humor y el enfoque monótono de Billy O'Brien terminan por restarle atractivo al desarrollo de la trama.