Críticas Drib (2017)

En 2014, se hicieron virales los vídeos de un hombre involucrado en peleas con porteros de discoteca, personal de seguridad y transeúntes en las calles de Oslo, que resultaron ser un montaje del artista y comediante noruego-iraní Amir Asgharnejad. Pronto, una agencia de publicidad en Los Ángeles vislumbró la oportunidad de crear una campaña provocadora para una nueva bebida energética que debía simular ser real y volverse viral. Invitaron a Asgharnejad a participar como actor de manera confidencial, sin saber que todas las actuaciones eran un montaje, ya que, además de comediante, él es un gran admirador de Andy Kaufman. Así, "Drib" se presenta como un falso documental (¿real?) basado en el intento de generar una campaña publicitaria auténtica pero engañosa, que se inspira en acontecimientos ficticios.