No se trata de un 'singalong', ni de una versión desperdiciada o una copia del original. Es una interpretación en vivo de un musical icónico que se siente reprimido y un tanto melancólico.
Los directores no logran que la narrativa fluya con los números musicales, y la emoción de disfrutar una obra teatral en vivo no se transmite de la misma manera cuando se ve por televisión.