Es un poco como 'Clockwork Orange' reimaginada como un espectáculo de un solo hombre y desprovista de implicaciones políticas. Invita a admirar a su protagonista como una personificación pura y musculosa de la anarquía.
Una película infundida con un expansivo, casi vertiginoso sentido de posibilidad, y que transmite un placer puro y natural en sus espacios abiertos, el aire fresco y la luz del sol brillante. La imperfección del filme, como su grandeza, surge de un apasionado y generoso impulso que resulta tan difícil de resistir como la llamada de una carretera qu
Los creadores consiguen que la fascinante historia de Guerin sea tediosa y formulaica y que un drama de la vida real parezca tan falso como una película mediocre de la televisión.
Es apropiadamente contundente, poderosa e implacable, un estudio de los cuerpos masculinos en sudoroso movimiento y de las emociones masculinas en lacrimosa agitación.
La excesiva seriedad puede ser perjudicial para una película como esta, ya que obstaculiza la distribución efectiva de risas y emociones sencillas. Chow y Seann parecen disfrutar de su papel, entonces, ¿por qué deberían ser los únicos en divertirse?
El diseño de decorados es notablemente detallado para los estándares del género, y las víctimas no mueren en un orden predecible. Sin embargo, el resto de la trama sigue siendo bastante convencional.
Kurosawa transforma el thriller en un medio para una crítica social profunda. Establece un ambiente aterrador, manteniendo a la audiencia en un estado de confusión similar al de la policía. El director elabora un complejo laberinto psicológico y nos abandona en su centro.
Los aproximadamente primeros 40 minutos de Wall-E son un poema cinematográfico de tanto ingenio y belleza que sus implicaciones más oscuras quizá tarden en calar hondo.
Sus placeres son tan escasos, su deleite en sus propias invenciones tan forzado y falso, que se convierte casi en el opuesto perfecto al entretenimiento.