Liman elige relatar los eventos tal como sucedieron para Seal, sin inclinarse hacia ningún bando. Tom Cruise mantiene el peso del filme con un guión ligero y una narrativa tradicional.
Un ejercicio detectivesco con buena dosis de humor, comedia dotada de acción, entretenimiento y empatía. Incluso el final queda abierto para una secuela, la cual funcionaría sin duda gracias a este par.
Esta cinta entrega una buena pelea, sin embargo, no es emblemática como 'Toro salvaje' o 'Rocky', que son estandartes en su género. a la biopic de Durán le faltó más punch para ser un referente.
Además de tener algunas escenas inquietantes; todo debidamente empaquetado consigue poseer la atención de los amantes del género, los ojos voltearán a esta propuesta y no necesariamente sangrarán.
Lo que comenzó como una promesa de ser un estandarte del poder femenino, donde una antiheroína cautivaría con sus hazañas, se transforma en un producto mediocre. Se aleja completamente de la expectativa de ser una explosión de acción y adrenalina.
Almodóvar presenta el filme más convencional de su carrera, narrado de manera fragmentada, donde ciertos pasajes parecen innecesarios. Finalmente, se desarrolla un melodrama tradicional que resulta algo vacío.
El problema del filme es que bien pudo haber sido cualquier terremoto, no es propiamente sobre el sismo del 85. Otra de sus deficiencias está en hacer el filme un tanto largo, aun así la cinta consigue cimbrar y hacer sacudir las emociones, todo con base a sus dos protagonistas.
Un trabajo que se aleja de una biopic tradicional; la cámara inquieta y el humor ácido son aliados de esta propuesta que, si tal vez no merece el oro, sí es capaz de colocarse en la competencia de los mejores filmes del año pasado.
Pese a contar con una premisa prometedora, quizás sea la película menos afortunada del director. Aunque el soundtrack es impresionante, ciertos personajes carecen de un desarrollo adecuado. Además, se notan deficiencias en la ambientación, los diálogos y el ritmo, lo que hace que no sea tan ideal como parece.
No es muy inteligente, sólo es un rato palomero entretenido, pero tampoco le inyecta demasiado a la vida, a pesar del reparto multiestelar que participa.
Visualmente poderoso, alucinante y trascendente, el filme no cumple con las expectativas que se habían forjado, aún más por ser el filme francés más costoso de todos los tiempos; el esplendor visual se diluye puesto que divaga un poco en su premisa.
Es el filme que más se apega a la serie de televisión, respeta la esencia de los capítulos, ahora ayudados por la audacia tecnológica, para dar un mayor impacto visual, dotándola de una travesía intergaláctica amable y exuberante.
Una odisea futurista con altibajos; hay momentos épicos, pero también hay otros que resultan desesperantes e innecesarios, todo bajo una teoría poco comprensible para el público en general.
Esta quinta entrega sólo llega a buen puerto en cuanto a entretenimiento refiere, con sus respectivas mesuras, pero el encanto se va diluyendo poco a poco.
El resultado es más ambicioso en el aspecto visual, pero decepcionante en cuanto a la esencia de la atmósfera sobrecogedora que definió la saga, donde el desconcierto solía ser su mejor aliado.
La cinta se presenta de manera convencional en su narrativa y contenido. Podría haber alcanzado un público más amplio si hubiera profundizado en la representación de la iglesia y en algunos momentos que nos introducen en la religión cristiana, ya que en ocasiones resulta un tanto inductiva hacia ella.
Además de ser mordaz, funciona como un entretenimiento ágil, pero al mismo tiempo es inteligente e invita a la reflexión sobre la “aparente” estabilidad en los sistemas económicos.
El cineasta destaca al hacer su lenguaje cinematográfico más accesible. Se percibe una mayor fluidez y se resalta su habilidad para dirigir actores no profesionales, logrando que todo luzca más natural.