La película comienza de manera prometedora, destacando un espléndido Colin Firth en el papel de un inventor ambicioso. Sin embargo, el relato pierde fuerza en cuanto el personaje se embarca en su aventura.
Harrelson logra una interpretación sobresaliente en un relato vocacionalmente convencional que se redime por el interés y la precisión de lo que cuenta, pintando al personaje como un superviviente.
Apoyándose en una banda sonora apabullante y en un reparto que transpira una inusual complicidad, Curtis construye un relato emotivo, todo un ejercicio revisionista del cine pop, que bascula entre la exaltación y la ironía.
Propuesta atrevida, valiente, gozosamente irreverente, ingeniosa y desinhibida, por momentos hilarante. La estupenda asociación de los protagonistas llena de credibilidad esta historia increíble.
Tortuoso y perturbador ejercicio de supervivencia, reconstruido con el realismo extremo característico del cineasta y apoyado sobre la incontestable verdad de un puñado de intérpretes no profesionales.
Un ritmo vivaz, una deslumbrante fuerza visual y el espléndido trabajo de los actores logran sostener de manera desigual el interés de la trama. Aunque el guión es intenso, se siente frío y cerebral.
El homenaje a las películas de serie Z de los 70 se queda en lo superficial, resaltando lo peor y trivializando lo que realmente es excelente. Se percibe como una fantasía centrada en chicas atractivas y en conversaciones carentes de profundidad.
Sin un solo diálogo, reclama el interés del espectador desde una deslumbrante belleza formal y el sonido hipnótico de los ritmos atávicos, puestos al día en una hermosa banda sonora.
Las intenciones son indudablemente positivas y, en cierta medida, se logra su objetivo. Sin embargo, la excentricidad de gran parte de sus tramas y sus inusuales conclusiones la colocan en la categoría de series poco clasificables, aunque de interés relativo.
Bello retrato de un grupo de jóvenes, una película fascinante, rodada en blanco y negro con lo justo y necesario. Consciente de sus imperfecciones, es una obra que respira libertad y está saturada de fuerza.
Arranca como un atractivo e hipnótico relato convencional, pero al poco se quiebra y se transforma en algo muy diferente, más dubitativo y experimental.