Un documental que realmente se destaca, donde se anima al espectador a reflexionar sobre las complejas creencias de un personaje fascinante y lleno de contradicciones.
El guión resulta ser bastante insustancial y plano, sin embargo, la dirección logra crear una atmósfera envolvente y perturbadora que mantiene al espectador cautivado desde el inicio hasta el final.
Un corto encantador que, a pesar de su moraleja sencilla, se extiende para alcanzar la longitud típica de una película. Lo más destacado es la cautivadora combinación de realismo mágico y surrealismo presente en los primeros 20 minutos.
Notable ópera prima con un magistral Marcus Rutherford y una impactante Sophie Kennedy Clark. Una narrativa sincera que presenta una mezcla de luces y sombras.
Arranca de manera prometedora, creando una atmósfera tensa y claustrofóbica, pero cae en clichés del subgénero. A pesar de eso, logran mantener el interés del espectador.
Una producción casera y amateur que puede ser divertida si la ves en casa de amigos que la han hecho. Sin embargo, no justifica el precio de una entrada al cine.
La primera parte del filme es una astuta y divertida burla, no solo del cine de superhéroes, sino también de la saga de James Bond. Los chistes, en su mayoría, son efectivos, aunque los de contenido sexual no destacan tanto. En general, logra entretener.
A pesar de no ser una obra maestra y seguir los mismos patrones y clichés de siempre, esta película se sitúa por encima de la media del género. Ofrece numerosos momentos entretenidos que logran captar la atención del espectador.
La película comienza de manera explosiva, pero tras el primer tercio pierde su impulso. Es notable cómo Martínez-Lázaro logra exprimir el potencial de los personajes secundarios, quienes ofrecen los momentos más memorables.
Una serie compuesta por episodios que carecen de conexión entre sí. El mensaje sobre la paz y la unidad entre naciones resulta ser de una ingenuidad desbordante.
Ed Harris destaca de manera impresionante en su actuación, de tal manera que su ausencia hace que la película pierda ritmo y se vuelva tediosa. Además, el guión carece de originalidad, ya que recicla elementos de los grandes clásicos del género.
Memez pseudotranscendental. Los diálogos generan vergüenza, el elenco ofrece una actuación sin emoción, y la dirección es exagerada, recargada y faltante de coherencia.