Los personajes carecen de vida y de identidad, no son más que meras caricaturas. La puesta en escena es tediosa y de calidad cuestionable, mientras que el montaje resulta apresurado e incoherente.
Para ser una comedia, debería incluir sentido del humor, algo que en este filme brilla por su ausencia. (...) absurdos son el planteamiento y el desarrollo (...) Puntuación: ★ (sobre 5).
Una película fantástica, en todos los sentidos, y dos horas trepidantes que se consumen en un suspiro. Visualmente, el filme es apabullante, con un desbordante y muy gamberro sentido del humor.
Un impresionante documental que retrata con gran cuidado y precisión las obras de arte, ofreciéndoles un trato casi reverencial. La emoción y devoción que transmite hacia estas pinturas es palpable, haciendo que el espectador se conecte profundamente con ellas.
Apuesta mucho más por el melodrama existencial y romántico que por la reivindicación del erotismo. Las escenas eróticas están rodadas de forma excesivamente rutinaria, con cierta desidia.
Comedia romana con un tono amable, Verdone presenta otro de sus típicos shows de histrionismo poco moderado. Ilenia Pastorelli brilla intensamente y se adueña por completo de la función.
Una audaz estética de cómic extremadamente violento, acompañado de un notable diseño de producción, efectos visuales impactantes y un humor negro que resulta muy apreciable.
Una película modesta pero encantadora, que reconoce sus propias limitaciones. Los diálogos están llenos de frescura y la historia ofrece una sátira sólida sobre las redes sociales y los youtubers.
Cóctel disparatado. Las persecuciones carecen de una buena ejecución, los chistes son poco ingeniosos, la representación del medievo es poco realista y la temática sexual, presente en todos los aspectos, se siente más como una postal que como parte de la narrativa.
Más que miedo, esta película genera una sensación de aburrimiento. Se presenta como una mezcla densa y difícil de digerir, plagada de incoherencias y actuaciones mediocres. Además, su duración es excesiva.
Tan interesante como irregular, la historia resulta excesivamente oscura y profunda, lo que hace falta es un poco de humor para equilibrar las cosas. Lo más destacado sin duda es el gran trabajo de todo el elenco.
Lo que se relata genera una profunda inquietud, el montaje logra un ritmo perfecto y mantiene el suspense. Sin embargo, Nekrasov parece padecer lo que muchos documentalistas enfrentan, una influencia evidente de Michael Moore.
La carrera de Yasujiro Ozu está marcada por una serie de obras maestras, siendo esta la más destacada. Presenta un profundo retrato de la descomposición de Japón tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial.
La belleza de las imágenes es el principal aliciente del filme, aunque se puede sentir la falta de profundidad en su guion dramático. Mario Casas se destaca en su papel.