Estamos ante una cinta que arriesga. Jenkins y Gadot han demostrado que el ingrediente que le hace falta a este género, tambaleante y repetitivo, es más mujeres al mando.
Sin duda ya es la mejor serie del año. Queda como muestra de la gran narrativa de la serie y del soberbio manejo de los espacios, aquel plano secuencia de los mencionados “robots biológicos”.
Vendida como comedia, 'Polvo' es una cinta muy ambiciosa que no se decide bien a bien el rumbo a tomar, de la farsa, al drama costumbrista y luego con ciertos tintes de comedia.
¿Por qué nos atraen tanto las historias de fracaso? 'Blackberry' presenta un relato de fracaso magníficamente narrado, con actuaciones destacadas y una valiosa lección: nunca confíes en alguien que no haya visto 'Star Wars'.
'Rise Of The Beasts' supera las películas de Michael Bay, sin duda alguna. Sin embargo, eso no implica que sea una innovación, sino más bien una repetición de una fórmula desgastada hasta la saciedad.
Sin ánimo de sermonear, pero sin dejar de advertir el machismo presente en toda la historia, 'Pam & Tommy' es una serie narrativamente sólida y con actuaciones destacadas, donde no se presentan personajes completamente buenos ni totalmente malos.
Con toda habilidad para la narrativa, Eastwood logra armar un relato sumamente emotivo y emocionante, por momentos incluso provocador, sobre un hombre común.
Campillo logra generar empatía desde los primeros minutos. El golpe final se llama Nahuel Pérez Biscayart, cuya fuerza interpretativa en pantalla es casi intoxicante. La película es él, una fuerza de la naturaleza que parece imbatible.
Por un momento parecía que estábamos frente a una gran película de acción, frente a una película que se sentía única y diferente dentro de este rígido universo de historias conectadas. Parecía que estaba ganando el cine.
Mezcla entre cinta de terror del tipo found footage, lo interesante es la consabida moraleja que aborda la popularidad del true crime en plataformas como Netflix, lo que genera una autorreferencia intrigante.
Estamos frente a un saqueo cuya fórmula se vuelve rápidamente monótona. La única diversión consiste en identificar el origen de los robos, como ocurre con los encuadres que en varias ocasiones rinden homenaje a Michael Bay.
A pesar de sus virtudes, todas ellas en el terreno de la estructura y el cambio constante de tono y género, se trata de un divertimento puro aunque sin sustancia.
La serie se entrega sin pudor a sus clichés y a su estructura, a veces similar a la de un videojuego. Sin embargo, logra aprovechar las ocasiones para lanzar algunas críticas punzantes.
Al director Tom Hopper le falta recordar que está haciendo cine y no teatro. No hay un manejo adecuado de los espacios, los encuadres son poco interesantes, y en general no hay nada que justifique ver esta película en una pantalla grande.