Lee ha creado, posiblemente, la película más militante de su carrera y no busca esconderlo sino obviarlo, (...) Y así, gritando, Spike Lee nos ofrece un valioso regreso.
[The Quiet Ones] carece de coherencia. Pogue incluso confunde con la representación del villano. Su monstruo, al igual que el resto de la película, se mueve por una necesidad primordial muy inferior a la reflexión o el impresionismo: busca sorprender.
'Buenos muchachos' es un antídoto que nos devuelve a la realidad, donde el vicio y la perdición son ineludibles, omnipresentes, implacables, pero a diferencia de los sueños también son remediables y redimibles.
La mejor tradición italiana del siglo XX —Fellini, Pasolini, Antonioni, Rossellini y ¡Franco Battiato!— queda a buen recaudo, como en una sorprendente urna con huesos de santo y demás reliquias, en 'La chimera', de Alice Rohrwacher.
Más allá de sus cualidades estéticas, 'Las niñas bien' es importante en el cine mexicano contemporáneo porque representa lo que para muchos se ha convertido en un deseo: el fin de la aristocracia.
Sería absurdo pensar que es suficiente el dominio técnico para hacer una película valiosa. La falta de originalidad en las decisiones de León de Aranoa hacen (...) un filme más derivado de sus influencias que capaz de hacer algo nuevo.
El director Luis López Carrasco a veces divide la pantalla en dos para mostrarnos varios diálogos simultáneos y expresar la cantina donde suceden los diálogos —o monólogos— como el espacio esencial de la esfera pública.
'Capitana Marvel' no busca transmitir un mensaje profundo, sino simplemente entretenernos. Además, nos recuerda que una mujer puede ser tan fuerte como cualquier hombre y, en muchos casos, más divertida.
Más para mal que para bien, se comporta como serie de televisión. La imagen es bonita pero inexpresiva y la edición brinca de una trama a otra para construir, más que carácter o ideas complejas, anécdota. Sin embargo la película no me parece tan despreciable.
Obtuvo su nominación al Oscar con un sentimentalismo que hace que la película parezca completamente artificial. La emotiva historia de 'Mandarinas' resulta poco creíble; su estructura dramática simplista la muestra como irreal.
Con 'La masacre de Texas', Tobe Hooper estableció las bases del slasher, aunque su originalidad ha permanecido insuperable. El grotesco retrato de una comunidad tejana que presenta resulta inquietante en su falta de realismo.
Sin descarrilarse, complace, y en ello pierde la oportunidad de retar al público más de lo que lo logran la sutileza y el silencio en los grandes temas sociales. Gray no alcanza a Coppola del todo.
Es una de las grandes excursiones fílmicas de su directora y del cine contemporáneo. Denis crea un viaje al espacio emparentado con la mística travesía de Stanley Kubrick, que resulta autónoma en lo visual con su inesperado minimalismo.
'El justiciero' no ocurre en la realidad contemporánea; su falta de verosimilitud, la combinación de lo divino con lo político y sus preocupaciones anacrónicas le restan cualquier otro mérito que no sea el de ofrecer una diversión inmediata.
Sus fallas no son pocas, pero 'La mula' es significativa por ser no solo la despedida de Eastwood como actor, sino también por mostrarlo tendiendo la mano hacia lo diferente. El cine podrá prescindir de la película, pero no nuestro tiempo.