De tanto inflar la película de material de la serie, escenas costumbristas y de interior, con todos los personajes secundarios contando chistes autóctonos al alimón, aquí, más que larga vida al rey, lo que se profesa es fidelidad a las audiencias.
Más allá de la entrañable interpretación de Daniel Auteuil y Camélia Jordana, esa combinación de emoción e inteligencia es lo que eleva a 'Una razón brillante' por encima de otras películas del género.
Un ejercicio de gamberrismo y autohumor al que es imposible resistirse. Vence su falta de presupuesto a base de valentía y frescura, y logra compensar lo que pierde, aunque da la sensación de que el guión se ha estirado demasiado. Sin embargo, cuenta con un par de escenas que provocan carcajadas genuinas.
Tiene su mayor baza en su trío de actores protagonista, una comedia que camina en un fino equilibrio entre lo triste y lo luminoso. El guion acierta con este difícil tono.
El filme se presenta más como un boceto que como un desarrollo completo de la trama. Evoca la sensación de pasar un día en el campo con amigos después de un largo tiempo de separación, mostrando un puro disfrute en los pequeños momentos.
Además de ser difícil de clasificar, es una obra que se presenta de manera deliberadamente cómica. La sonrisa aparece desde su brillante premisa, ofreciendo una comedia exquisita.
Un relato de tono extraño, ni cómico a la manera Coen, ni dramático como sus anteriores películas. Una historia con diálogos que beben de Beckett, tan absurda como la misión liderada por Del Toro.
Preciosa. Leticia Dolera realiza un trabajo al estilo de Miranda July, ocupándose de la escritura, la dirección y la actuación, lo que resulta en una obra mucho más destacada de lo habitual.
Inmenso Bruce Dern sorprendiendo con su actuación, acompañado por un Will Forte igualmente impactante. Esta es una deliciosa e innegable odisea protagonizada por un abuelo cascarrabias que nos deja una profunda reflexión sobre la vida y las relaciones familiares.
Una hermosa película de terror, tan atractiva por fuera como repulsiva por dentro, con una dirección y un montaje sumamente elegantes. La música clásica acompaña a una Oslo exquisitamente fotografiada.
Esos diálogos metaficcionales, rápidos e ingeniosos, junto con la actuación de los intérpretes, destacan notablemente. El guion resplandece más que la dirección. Se trata de una comedia negra dirigida a cinéfilos empedernidos.
Rachel Weisz, Emma Stone y Olivia Colman dominan en esta película de época que se siente sorprendentemente contemporánea, repleta de astucia y manipulación.
Con un comienzo impresionante, la historia revela gradualmente algunos de los defectos de nuestra sociedad. Oscila entre momentos que carecen de inspiración y otros que resultan desternillantes.
Se agradece una propuesta diferente que destaca por su energía, con una narración llena de acción y giros apasionantes. A pesar de recordar a 'Pulp Fiction' y tener ecos de 'RocknRolla', logra mantener su propia esencia.