Es la comicidad que escapa de esos malentendidos, con los estupendos créditos y el contrapunto cómico de Ernesto Sevilla, donde 'Tenemos que hablar' logra la risa.
La película presenta problemas de ritmo y recurre en varias ocasiones a chistes desafortunados que carecen de gracia. Esto resulta decepcionante, sobre todo considerando el potencial cómico de Abril y Sánchez, que queda subutilizado.
El documental de Paco León irradia frescura, mostrando su entusiasmo, desparpajo y originalidad. Pero va más allá, destacando también su inteligencia y un excelente sentido del momento adecuado.